Principios

Toda sociedad abierta debe permitir diferencias de ideas y criterios. Dentro de esta asociación existirán varios puntos de vista y tenemos la intención que se discutan ampliamente; no obstante, edificaremos nuestros proyectos y propuestas sobre los principios que nos rigen.

Creemos en la libertad de expresión sin ambages. En los últimos años grupos empresariales se han dedicado a boicotear a medios de comunicación que les resultaban incómodos. Las privaciones de publicidad sistemáticas y coordinadas, en muchos momentos amenazantes, no son el camino hacia una sociedad más democrática.

Creemos en el libre mercado sin privilegios. Nos consideramos parte de un empresariado que trabaja en libertad y competencia; sin embargo, no todos hemos tenido las mismas condiciones, han existidos privilegios arbitrarios y algunos todavía persisten. Para poder avanzar con reglas claras se debe cambiar este tipo de prácticas.

Un mercado sin privilegios no significa necesariamente ausencia de regulaciones. Hay leyes y reglamentos que eliminar; no obstante, muchos de los problemas que tenemos en el país se derivan de la ausencia del Estado. Las inversiones de energía no tendrían hoy tantos problemas si el gobierno hiciera correctamente su trabajo, la mano de obra en las empresas sería de mejor calidad y si el problema educativo no fuera tan grande.

Corresponde a esta asociación, por tanto, aportar su grano de arena en lo que respecta a la construcción de una economía moderna y productiva, no solamente denunciando las regulaciones que no funcionan. Debemos ayudar a construir un capitalismo a través de una Nueva Gobernanza Económica que dimensione la importancia de lo público para su expansión.

Creemos en una profunda reforma de las instituciones democráticas para su modernización. Nuestro sistema político no funciona, nuestra justicia no es independiente, nuestra burocracia es clientelar, nuestro Estado está mal financiado y nuestras políticas públicas mal diseñadas. Se debe hacer un cambio estructural o finalmente el sistema no dará para más. Esto podría llevar hacia un autoritarismo populista y eso sería grave para el país.

Creemos en la mejora de servicios para la ciudadanía y la ayuda a los más desfavorecidos. Fuimos afortunados en muchos sentidos y deseamos la misma fortuna para todos. Para lograr el acceso al mercado es importante competir en igualdad de condiciones; en ese sentido, es fundamental que un ser humano cuente con niveles mínimas en calidad de vida -alimentación, educación y salud- . De lo contrario, no podrá insertarse en un mercado más exigente. El desarrollo económico siempre se ha dado bajo instituciones fuertes.

Creemos en la lucha contra la corrupción. Creemos que no se debe demonizar los intentos de recuperar las instituciones democráticas capturadas por la mafia, solo por el hecho que empresarios son acusados de malas prácticas. La corrupción es el más dañino de los privilegios.

Creemos en un empresariado que inicie y participe en los debates torales, tales como: la reforma del Estado, reformas fiscales -sin sacrificar el buen desempeño del mercado- que puedan robustecer un Estado exiguo y paupérrimo.

Creemos en políticas públicas que establezcan reglas claras para fomentar el desarrollo. Todo lo anterior, para eliminar en el imaginario social el concepto que los empresarios solo velan por su beneficio personal a corto plazo.

Creemos que la representación empresarial no se basa en el PIB sino en la capacidad de nuestras empresas para mejorar la vida de nuestros colaborados, proveedores y clientes; la representación debe referirse a la ética y compromiso con el país. Una nación más educada y menos desnutrida puede empezar por tener trabajadores bien remunerados, sanos y capacitados.